martes, mayo 7
La mejor forma de vivir solo
En cierta ocasión oí estas palabras del Buda mientras
permanecía en el monasterio de la arboleda de Jeta, en la
ciudad de Sravasti.
En aquella época había un monje llamado
Thera (el veterano) que siempre prefería estar solo. Aprovechaba cualquier
oportunidad que se le presentara para elogiar la práctica de vivir solo.
Hacía su gira medicante en solitario y se sentaba en meditación en
soledad.
Cierto día un grupo de bhikkus se acercaron al Buda y, tras ofrecerle
sus respetos posternándose a sus pies, se apartaron a un lado, se sentaron
a una cierta distancia de él y le dijeron:
—Bienaventurado, hay un monje veterano llamado Thera que sólo
quiere estar solo. Siempre está elogiando la práctica de vivir en soledad. Va
a las aldeas a mendigar comida solo, regresa a casa solo y se sienta en
meditación solo.
El Buda respondió a los bhikkus:
—Id a lugar donde vive el monje Thera y decidle que deseo verle.
Los bhikkus le obedecieron. Cuando el monje Thera oyó el deseo del
Buda, fue a verle sin tardanza, tras prosternarse a sus pies, se apartó a un
lado y se sentó a una cierta distancia de él. El Bienaventurado preguntó al
monje Thera:
—¿Es cierto que prefieres vivir solo, que elogias la vida en soledad,
que vas a mendigar comida solo, que regresas a casa solo y te sientas a
meditar solo?
El monje Thera le contestó:
—Es cierto, Bienaventurado.
El Buda preguntó al monje Thera:
—¿Cómo es tu vida en soledad?
El monje Thera le respondió:
—Vivo solo, nadie más está conmigo. Elogio la práctica de vivir en
soledad. Voy a mendigar comida solo, regreso a casa solo y me siento a
meditar solo. Eso es todo.
El Buda enseñó al monje lo siguiente:
—Es evidente que te gusta la práctica de vivir en soledad. Este hecho
es innegable, pero desearía decirte que hay una forma maravillosa de vivir
solo. Consiste en observar a fondo la vida para ver que el pasado ya no
existe y que el futuro aún está por llegar, y en vivir serenamente el
momento presente, libre de cualquier deseo. Cuando alguien vive de este
modo, su corazón no alberga duda alguna. Abandona todas sus
preocupaciones y arrepentimientos, todos los deseos que le atan, y rompe
las cadenas que le impiden ser libre.
A esto se le llama «la mejor forma de
vivir solo». Es la forma más maravillosa que existe de vivir en soledad.
El Bienaventurado recitó a continuación la siguiente gatha:
Al observar la vida a fondo
es posible ver claramente todo cuando existe.
Sin estar atado a nada
es posible abandonar todos los deseos.
El resultado es una vida de paz y alegría.
Vivir en soledad es realmente esto.
Al oír las palabras de Buda, el monje Thera sintió una profunda
dicha. Se prosternó respetuosamente ante el Buda y luego se fue.
Tal como el Buda enseño, aquel que conoce la mejor forma de vivir
solo no tiene por qué vivir aislado de la sociedad. Alejarse de ella y vivir
aislado en el bosque no garantiza una vida en soledad. Si seguimos
rememorando el pasado, preocupándonos por el futuro o sumergiéndonos
en las distracciones del presente, nunca podremos estar solos. El que
conoce la mejor forma de vivir solo lo lleva a cabo perfectamente en medio
de la sociedad
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